viernes, 14 de octubre de 2016

¿Debería preocuparte el desempleo?

Cuando cumples la mayoría de edad no solamente obtienes la capacidad de obrar y la capacidad de ejercicio (la aptitud de la persona para constituir, modificar o extinguir relaciones públicas) sino que adquieres el derecho al voto y se extingue la tutela de tus padres. En palabras más sencillas, como joven con la mayoría de edad ganas una independencia plena para poder tomar tus propias decisiones y contraer compromisos jurídicos (p.e. solicitar un préstamo), puedes casarte u obtener tu licencia de conducir entre otros. 

Con la edad adulta viene también la necesidad de una independencia financiera que te permita comenzar la construcción de un modelo de vida acorde a tus propias expectativas, mismas que seguramente demandarán recursos en mayor o menor medida, pero recursos al fin. El medio idóneo y casi exclusivo de generar ingresos es mediante la búsqueda y obtención de un empleo dignamente remunerado. ¿Qué alternativas de acción tienes hoy? Básicamente tres: 
  1. Permanecer a la espera de encontrar un empleo y mientras tanto, seguir estudiando. También tu espera puede transcurrir en casa sin realizar ninguna actividad formativa. 
  2. Realizar prácticas profesionales para adquirir experiencia. Tal vez la experiencia la adquieras pero no necesariamente en temas relacionados con la profesión que estudiaste. Lo que es seguro es que estas prácticas no te ofrecen remuneración alguna, por más ayuda para transporte o alimentos que te otorguen. 
  3. Trabajar “de lo que sea” con tal de obtener un ingreso y prestaciones. El ingreso se obtiene pero seguramente será como ya mencioné, insuficiente. 

Cualquiera de las opciones que elijas son adversas para ti. La incorporación de los jóvenes al mundo laboral siempre ha sido en condiciones desfavorables por su “inexperiencia” y (obviamente) su juventud que forzosamente siempre van de la mano. 

Ahora se suman tres factores que antes no eran tan relevantes: la creación de empleos (oferta) va rezagada contra la necesidad de los mismos (demanda); el número de profesionistas buscadores de empleo es cada vez mayor en proporción a los no profesionistas, lo que genera una excesiva oferta especializada que hace que los salarios pierdan valor (una empresa puede ahora elegir de entre un mayor número de candidatos con las mismas cualidades y diferentes necesidades de salario); y por último un mayor esfuerzo por incrementar la productividad de las empresas haciendo más con menos (más trabajo con menos empleados). 

Si lo anterior no fuera suficiente, organismos internacionales como la OIT, la OCDE, la ONU y el FMI por citar algunos, están advirtiendo sobre la inminente crisis económica que se avecina a nivel mundial con su consecuente reducción en el intercambio comercial, la contracción de los mercados y el aumento acelerado del desempleo, principalmente entre los jóvenes (uno de cada dos jóvenes estará desempleado). 

¿Puedes hacer algo para reducir el impacto del desempleo en tu propia vida? Afortunadamente sí creando tu propio empleo, siendo autónomo. Eso sí, siempre y cuando lo hagas de manera realista y visionaria. Realista para que se trate de un empleo permanente, muy bien remunerado y diferenciado para que la competencia sea menor. Si un empleo es “común”, mucha gente puede desempeñarlo por lo que su demanda irá en aumento y su remuneración a la baja. 

Visionaria para que te forjes un futuro que no dependa de las decisiones de un patrón, sino de tus propias elecciones. Todo esto no resolverá el problema del desempleo por completo pero definitivamente te abre otras puertas, otras opciones. ¿Cuáles? Ese es un tema para otro post pero no dejes de comentar sobre éste.

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